Se propone la creación de un plano horizontal surcado por unas aperturas lineales para iluminación del área comercial situada en el primer sótano, aperturas que estarán cubiertas a su vez por pérgolas. El tratamiento de dicho plano horizontal varía desde una mayor uniformidad del lado de la vía de tren hacia una mayor variedad de materiales y texturas del lado opuesto (pavimentos vegetales, de madera, de grava, de caucho para juego de niños, etc.). Se respeta la banda de 20 metros de retranqueo respecto de la plataforma de la vía férrea exigida por la normativa, y en ella se crea una masa continua de arbolado que pretende conservar las especies existentes actualmente en el parque. Será premisa fundamental para la redacción del proyecto conservar los ejemplares presentes en el parque actual, y más aún incrementar su número, situando los de mayor porte en la banda de retranqueo, y el resto sobre el espacio comercial. Para hacerlo posible, se prevé una capa de tierras de 1,5 metros de espesor sobre la cubierta de la Plaza de Abastos.
El área comercial del primer sótano se inspira en las galerías comerciales de la primera era industrial, como paseos iluminados cenitalmente, e incluso retrocediendo más en el tiempo en ejemplos del neoclásico como el Museo del Prado ó los Museos Vaticanos. En este caso, la bondad del clima y la búsqueda del ahorro energético hace que tales paseos se presenten cubiertos pero no cerrados, protegidos de la radiación solar del verano pero aprovechando la ventilación natural y el frescor proporcionado por los árboles del parque. Los puestos de la Plaza de Abastos disponen de accesos de carga y descarga independientes y exclusivos mediante montacargas, que los conectan con el segundo sótano. El flujo de mercancías no se mezcla con el de clientes. Las áreas de cines, tiendas y plaza de abastos pueden independizarse a voluntad dependiendo del horario de apertura que quiera darse a cada una de ellas, mediante cancelas correderas ocultas en las particiones interiores del edificio.
El plano del parque pretende ser un elemento de estímulo para los sentidos, mediante el uso de diferentes tipos de materiales, colores, texturas, etc. Se prevén áreas de tratamiento más uniforme en las que se puedan instalar kioscos o terrazas, o incluso desarrollar actividades específicas como teatro en la calle, jornadas de animación infantil, etc. Y frente a estas, otras más variadas, en las que se sucedan parterres, áreas arboladas, pavimentos de caucho para juegos de niños, planos de tierra, de madera, de agua, etc. que sirvan para despertar la curiosidad de niños y adultos. Se pretende la máxima integración posible de elementos de mobiliario urbano (iluminación, bancos, protecciones, etc.).
En las plantas de garaje se busca ante todo la claridad de las circulaciones y la optimización del espacio. Del módulo de plaza de aparcamiento se genera el orden estructural, con luces regulares aptas para ser cubiertas por medio de sistemas prefabricados, consiguiendo a un tiempo rapidez y calidad en la ejecución. Las salidas peatonales se disponen conforme a la normativa vigente de protección frente al fuego, emergiendo en el espacio del parque como cajas luminosas y traslúcidas, como auténticas linternas nocturnas que complementan el resto de iluminación artificial de éste. El acceso rodado al garaje se propone desde la Alameda Rafael Méndez y desde la Alameda de Cervantes, habilitando en éste último caso una vía de servicio de doble sentido paralela en todo su recorrido a la vía férrea.